Cuidar nuestra piel es algo fundamental, ya que no solo se trata del órgano más grande de nuestro cuerpo sino que es el responsable de protegernos de las radiaciones solares, así como de lesiones e infecciones. La piel también interviene decisivamente en la regulación de nuestra temperatura corporal y de nuestro estado de hidratación (1).

Una alimentación que incluya cacao natural puede ayudar a reducir la sensibilidad de nuestra piel a la radiación procedente de la luz del sol. Los flavonoides del cacao, gracias a su acción antioxidante y antiinflamatoria natural, tienen efectos protectores frente a los rayos ultravioletas (2,3).

Es bien conocido que las radiaciones ultravioletas aceleran el envejecimiento de la piel e incluso pueden llegar a producir lesiones degenerativas graves (4). Una exposición prolongada hace que nuestra piel envejezca antes, tengamos más arrugas y perdamos la elasticidad de la piel, además de que es más probable que nos aparezcan manchas oscuras (5).

Por eso debemos cuidar nuestra piel por fuera usando ropa adecuada y protectores solares, pero también internamente, mediante una alimentación que le proporcione todos los nutrientes necesarios (2).